El ajo no requiere mantenimiento adicional para un buen crecimiento y altos rendimientos. Sin embargo, el ajo a veces se seca cuando acaba de crecer.
El ajo se seca
Causas de la clorosis
La clorosis (amarillamiento y desecación) ocurre tanto en el invierno como en la primavera (primavera) del ajo. La clorosis del follaje en el momento de la cosecha es un síntoma natural y no requiere intervención. La amarillez de primavera o mediados de verano es una señal peligrosa e indica serios problemas culturales.
En la mayoría de los casos, la deficiencia de clorofila en las hojas primero cubre la punta y luego se extiende al resto de la superficie. Debido a la violación del proceso de fotosíntesis, el desarrollo de las frutas se ralentiza, a veces se detiene por completo.
¿Por qué las hojas de ajo se secan y se vuelven amarillas?
- infección con enfermedades o plagas de insectos;
- falta de nutrientes, micro y macro elementos;
- violación del régimen de riego;
- disminución de las temperaturas
Enfermedades del ajo
Las principales enfermedades que provocan el desarrollo de clorosis incluyen:
- Moho ventoso (peronosporosis). Esta es una enfermedad fúngica en la que el feto se estanca en el crecimiento, el follaje se vuelve amarillo y se mancha. La infección ocurre a través de semillas de baja calidad o residuos orgánicos, cuando la planta afectada entra en contacto con una planta sana.
- Fusarium (podredumbre inferior). Esta es la muerte rápida del follaje y las raíces causada por un hongo. Se propaga con semillas o tierra.
- Pudrición bacteriana. Este es un ataque bacteriano, expresado visualmente en la aparición de manchas marrones en las frutas y la muerte de las hojas, flechas y tallos de ajo.
El mayor crecimiento de la enfermedad se obtiene en climas cálidos y húmedos.
Plagas de cultivo
Los tipos más comunes de plagas que causan el amarillamiento de los cultivos son:
- Nematodo del tallo. Esta es la plaga más peligrosa para el ajo. Se propaga a través de la semilla infectada con huevos, puede permanecer en animación suspendida por hasta 8 años. Las mejores condiciones para la vida de los insectos son los suelos arcillosos con poca circulación de aire.
- Cebolla orugas de mosca. Estas plagas dañan los órganos vegetativos y generativos del ajo (raíz, brotes, brotes e inflorescencias). Son especialmente peligrosos para las plantas debilitadas.
Deficiencia nutricional
La falta de oligoelementos afecta negativamente a las plantas
La causa más común de deficiencias de nutrientes en los cultivos son las deficiencias de nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio y boro:
- El nitrógeno contribuye al crecimiento y desarrollo completo del ajo. Debido a su falta, el proceso vegetativo termina antes de tiempo, la fruta permanece pequeña, las hojas pierden su intensidad de color y se secan.
- El potasio es necesario para que la planta asimile completamente los compuestos de nitrógeno y aumente el tiempo de conservación de la fruta. Su falta se expresa por el amarillamiento y las quemaduras marginales de las hojas (un borde estrecho alrededor del borde).
- El ajo necesita fósforo para formar fruta y fortalecer el sistema de raíces. La deficiencia de fósforo se determina no solo por el secado del follaje, sino también por detener el crecimiento del cultivo y el subdesarrollo de las raíces.
- El magnesio asegura el funcionamiento normal de los procesos metabólicos en la planta, influyendo en el crecimiento y la formación del sistema inmune. Con la falta de un elemento, las hojas primero cambian de color a rojo carmesí y luego se secan por completo.
- El boro promueve el crecimiento de las plantas, en caso de deficiencia, las hojas comienzan a secarse desde el medio hasta los bordes.
Falta o exceso de humedad
El ajo es exigente al llenar el suelo con humedad. Por un lado, durante el crecimiento intensivo, un cultivo desarrolla una gran necesidad de agua, agravada por un sistema radicular subdesarrollado y una pequeña fuerza de absorción de humedad. Otro factor que aumenta la necesidad de agua de la planta es la ubicación de las raíces en las capas superiores del suelo, sujetas a desecación.
Por otro lado, al ajo tampoco le gusta el anegamiento: es sensible al riego y al nivel del agua subterránea. En condiciones de humedad excesiva, la planta se moja y se seca, provocando podredumbre, propagando enfermedades y retraso en el crecimiento.
Caída de temperatura
La temperatura óptima para el cultivo del ajo es de 18-20 ° C. Las variedades de invierno son más resistentes a las instantáneas frías a corto plazo, pero incluso para ellas la exposición prolongada al frío es peligrosa.
Con la exposición a largo plazo a bajas temperaturas en la planta, se interrumpe el curso normal de la fotosíntesis y se forma una falta de clorofila, lo que provoca el cese del crecimiento del cultivo, el amarillamiento y la muerte de las hojas.
Métodos de control de clorosis
La elección de un método para combatir el secado de las hojas depende de la causa de la clorosis:
- Si la clorosis fue causada por una enfermedad, las cabezas enfermas se retiran rápidamente. En algunos casos, es posible curar plantas infectadas con fungicidas o remedios caseros: pulverización, decocciones de hierbas, etc.
- En caso de daños por plagas en una etapa temprana, la recolección manual de insectos ayudará, en una etapa posterior, al uso de insecticidas o recetas populares.
- Con una deficiencia de nutrientes, la aplicación oportuna de fertilizantes que los contienen juega un papel importante. El acolchado (rociado) del suelo con materia orgánica, cenizas o urea con sulfato de potasio ayuda a la planta a recuperarse.
- En caso de un exceso de agua, el suelo se rocía con humus o turba para que absorban el exceso. El ajo continúa regado en climas lluviosos oa -5 ° C, lo que no se puede hacer: el exceso de humedad se acumula y provoca el desarrollo de clorosis y descomposición.
- En climas secos sin precipitación, el ajo se humedece inmediatamente después de que el suelo se seque. Para un mejor intercambio de humedad, no se debe descuidar el aflojamiento del suelo.
- El ajo puede exponerse a las heladas si se siembra muy temprano o en condiciones climáticas atípicas (primavera y otoño impredecibles). Una buena protección de las plántulas contra los efectos adversos de las bajas temperaturas es el acolchado (desempolvar el suelo) con hojas caídas en otoño o el uso de bioestimulantes.
Prevención de ocurrencia
Las medidas preventivas destinadas a prevenir el desarrollo de clorosis incluyen:
- cumplimiento de los términos de cultivo de siembra;
- uso de material de plantación de alta calidad;
- plantar ajo en lechos elevados para drenar el exceso de agua y limitar el acceso al agua subterránea;
- plantar una planta en un suelo enriquecido con nutrientes y la introducción oportuna de los apósitos necesarios;
- inspección periódica de las plántulas para detectar plagas o signos de desarrollo de enfermedades;
- eliminación inmediata de las personas afectadas y los restos vegetales;
- desarrollo de un sistema de riego óptimo para el ajo;
- cumplimiento del calendario climático y el pronóstico del tiempo para toda la temporada de crecimiento (permite sacar conclusiones sobre la idoneidad del tiempo de siembra, la necesidad de acolchado, la construcción de refugios y los cambios en el sistema de riego).
Conclusión
El ajo se vuelve amarillo y se contrae por varias razones, desde la exposición a microorganismos y plagas dañinas hasta errores de mantenimiento, condiciones climáticas adversas y deficiencias nutricionales. Si los tallos y las hojas de ajo se secan, se deben tomar medidas urgentes hasta que el crecimiento se detenga por completo y la cosecha muera.